Ya sé que recordarte es una forma de mentirme,
pero tranquila:
...........................No me engaño.
Y sé que un buen desnudo no asegura
las buenas formas del amante.
Pero te quiero así, desde la libertad
hasta la sordidez,
esclava efervescente de mis fantasías,
bajando a lo más hondo del deseo,
donde no existe la belleza ni la realidad.
Permíteme engañarme, violar un buen recuerdo,
hacer de ti aquello que negabas,
permíteme por esta noche manejarte a mi capricho,
fotografía de aire,
éter,
nada,
para esta noche donde caigo
en otro cuerpo,
para poder entrar en el resquicio de unos muslos rotos,
el alma
de una mujer que no te llega ni a la punta
de los tacones que aguja que nunca te ponías
para saciar mis más ocultas
necesidades.
Yo, al fin y al cabo, hablo
tan solo de la necesidad que no entendiste,
que ella no entiende.
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domingo, 7 de junio de 2009
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